Probablemente sintiendo los efectos de la falta de adaptación al polvo de ladrillo, Pablo Cuevas sufrió y mucho para sacar adelante su encuentro por la primera ronda del Uruguay Open 2017. También merece destaque el desempeño de quien fuera su rival, Juan Pablo Ficovich (Nº 367) que, llegando desde la qualy, demostró su potencial y una gran personalidad, pese a estar enfrentando como visitante al máximo favorito del torneo.
No fue un buen partido del uruguayo y eso quedó evidenciado desde el primer game, donde llegó a estar 0-40. Ficovich dejó pasar esa oportunidad, pero no perdonó en los games 3 y 5, poniéndose 5-1. Pablo recuperó uno de los quiebres, en el octavo game, pero la manga ya estaba sentenciada.
Durante el comienzo del segundo set se pudo ver lo mejor del uruguayo, ganó sus turnos de saque sin inconvenientes, quebró en el game Nº 2 y estuvo muy cerca de hacerlo también en el cuarto. Ficovich pudo salir airoso y complicó a su rival a continuación en un prolongado quinto game, que finalmente quedó en manos de Cuevas, al igual que el set, tras anotarse otro quiebre, esta vez en el game Nº 8.
El comienzo del tercer set presentó un trámite similar; Pablo quebró en el segundo game y se puso luego 3-0. El argentino recuperó el quiebre, tras ganar el quinto game; paridad que se mantuvo hasta el décimo juego, donde el uruguayo tomó una vez más el turno de saque de su rival y se quedó con el pase a la segunda ronda por 4-6, 6-2 y 6-4, tras dos horas y 7 minutos.
La alegría por el triunfo contrastaba con los rostros de preocupación de quienes reconocen que Cuevas debe mejorar y mucho, si tiene pretensiones de seguir avanzando en el torneo. En principio, su próximo rival será otro surgido de la qualy, el dominicano José Hernández-Fernández (Nº 381), que viene de eliminar al argentino Andrea Collarini (Nº 260) por 6-1 y 6-4.
Fotografía: gentileza Uruguay Open 2017. Pablo Cuevas superó un duro debut en el Challenger de Montevideo.
