El último día de competición en Cincinnati dejó varios resultados sorpresivos. Por el lado de la rama femenina, Karolina Pliskova impidió que Angelique Kerber acceda el Nº 1 del ranking WTA quedándose con el título; mientras que por la masculina Marin Cilic cortó la racha ganadora de Andy Murray, que ya había alcanzado los 22 triunfos consecutivos.
El británico iba por su quinto título de la temporada, incluyendo la medalla de Oro de Río 2016, pero el croata tuvo otros planes para la definición del Masters 1000 de Cincinnati. Un buen trabajo en cada turno de servicio, abriendo la cancha y provocando grandes desplazamientos de Murray, más decisiones acertadas a la hora de terminar los puntos, fueron la síntesis de una victoria inapelable.
En la parte inicial Cilic quebró en dos ocasiones, en los games 5 y 7, pero hubo un contra quiebre del escocés en el octavo; no obstante el destino del set ya estaba marcado. El croata dominaba las acciones pero Andy, el incansable Andy para decirlo mejor, siguió luchando. Fue así como estuvo a punto de forzar el tiebreak en la segunda manga, pero la suerte estuvo del lado de su rival. El marcador se cerró en 6-4 y 7-5.
Cilic volvió a confirmar que esta época del año le sienta bien, cabe recordar que tiene en su haber el US Open de 2014, disputado en estas fechas. El de Cincinnati fue su primer título de la categoría Masters 1000, pero el tenista de 27 años ya había levantado 14 trofeos en el circuito principal de la ATP. Su triunfo le reportó también un ascenso de 5 posiciones en el ranking, gracias a lo cual regresó al Top 10 ubicándose en el lugar Nº 9.
En su camino hacia el título del Masters 1000 de Cincinnati Marin Cilic venció a: Viktor Troicki, primera ronda por 6-3 y 6-4; Fernando Verdasco (WC), segunda ronda por 6-3 y 6-1; Tomas Berdych (Nº 6), tercera ronda por 6-3, 4-6 y 6-4; Borna Coric, cuartos de final por 6-2 y abandono; Grigor Dimitrov, semifinales por 4-6, 6-3 y 7-5; y Andy Murray, final por 6-4 y 7-5.
Fotografía: gentileza Western & Southern Open. Marin Cilic y Andy Murray posan con sus trofeos tras disputar la final del Masters 1000 de Cincinnati.