Existen dos maneras de encarar un partido ante un rival superior, pensando que no tenés nada que perder o bien, que tenés todo para ganar. Cualquiera sea el caso, lo importante es restarle algo de presión al desafío y es lo que ha logrado Juan Martín del Potro, que también compensa sus limitaciones físicas con una actitud positiva, algo que el público saber reconocer y agradece en cada presentación del argentino.
Este viernes, Del Potro superó su primer gran escollo en Wimbledon 2016. Luego de perder la manga inicial se repuso y venció en cuatro sets nada menos que a Stan Wawrinka. A diferencia de otras presentaciones del suizo, que se caracteriza por tener días muy malos, aquí el mérito fue del argentino, a quien se lo ve muy cómodo jugando sobre césped, aunque aún dubitativo con su revés.
Wawrinka abrió el partido con su servicio y llevó prolijamente el set, sobre todo después de conseguir un quiebre en el cuarto game, esa ventaja la mantuvo hasta el final. Casi calcado fue el marcador en el segundo set, pero en esta ocasión sacó primero y quebró en el cuarto Del Potro.
Quiebre y contra quiebre (games 3 y 4) anunciaron la paridad con la que se desarrollaría el cuarto set, llevando la definición a tiebreak donde el argentino hizo lo suyo y logró ponerse en ventaja, 2-1 en sets. Eso fue suficiente para que el tandilense se adueñara del encuentro y ni siquiera los intentos de Wawrinka de buscar errores en el revés de su rival pudieron ayudarlo a estirar la definición.
Del Potro quebró en el octavo game y retuvo su servicio en el siguiente, de manera que pudo cerrar el set y el partido en 3-6, 6-3, 7-6(2) y 6-3, en dos horas y 44 minutos. El próximo rival del argentino, buscando un lugar en los octavos de final, será Lucas Pouille, Nº 30 del ranking ATP y sembrado Nº 32 en Wimbledon 2016. Primer cruce entre ambos.
Fotografía: gentileza Wimbledon. Juan Martín del Potro se impuso a Stan Wawrinka por la segunda ronda de Wimbledon 2016.