Tres días después de haber alcanzado la gloria en el ATP 500 de Tokio, quedándose con el título al derrotar en la final a David Goffin; Nick Kyrgios volvió a hacer de las suyas y se despidió en la segunda ronda del Masters 1000 de Shanghái dando un espectáculo lamentable, que incluyó hasta una discusión con una persona del público.
El australiano enfrentó la pasada madrugada a Mischa Zverev (Nº 110 del ranking ATP), participante involuntario del triste show que ofreció su rival. El alemán abrió el partido con un quiebre y marcó así sus intenciones pese a que el favorito era Kyrgios. Volvió a quebrar en el quinto game y, aunque Nick recuperó uno en el game Nº 8, Zverev volvió a arrebatarle el servicio en el noveno.
La segunda manga fue apenas un trámite, probablemente todos los presentes hubiesen preferido evitarla. Con dos quiebres, en los games 4 y 6, el alemán pudo asegurar su pase a la siguiente ronda cerrando el marcador en 6-3 y 6-1, luego de apenas 48 minutos.
Entre los bochornosos momentos que protagonizó Nick Kyrgios a lo largo del encuentro figuran:
- Cuando se jugaba el quinto game del primer set y con breakpoint en contra decidió hacer un saque cuyo único objetivo fue entregarle el juego a su rival, a tal punto que no intentó aprontarse para dar una respuesta sino que se dirigió directamente a su silla. Ante la reprimenda del juez de silla, Kyrgios respondió “¿podés decir “Time” de una vez, que quiero terminar con este partido para irme a casa?”.
- En el quinto game del segundo set, con Zverev al servicio, el australiano comenzó a hacer girar su raqueta mientras esperaba el saque. Desconcertado el alemán le consultó si estaba listo y la respuesta fue un gesto de “OK” con el dedo.
- La actitud de Kyrgios comenzó a desesperar también al público, que se empezó a manifestar mediante abucheos. Lejos de calmarse, el australiano la emprendió contra dos de ellos. Luego de escuchar que un hombre le dijo “debes respetar este deporte” respondió “¿querés venir a jugar vos?, ¡sentáte, callate la boca y mirá!”.
Posteriormente, viendo que su actuación había desatado un sinfín de críticas, Kyrgios expresó a través de las redes sociales “no fui lo suficientemente bueno hoy, en muchos niveles, soy mejor que eso” y acotó “podría seguir dando excusas, pero no tengo ninguna, lo siento”.
Se cierra así otro capítulo en la carrera de un tenista que tiene como máximo rival a su propia personalidad, ante quien viene perdiendo la batalla.